Londres, 28 may (PL) Recientemente la prensa británica enfiló sus cañones para desentrañar las empresas petroleras más grandes del mundo, en medio de debates sobre la explotación de estos recursos fósiles.
Según algunos despachos de la BBC de Londres, es necesario tener fuentes alternativas como la del mar, el sol o la generada por otros recursos como incluso desechos.
Sin embargo, el petróleo sigue en el primer lugar, pese a los daños que puede causar a esta Tierra.
La realidad es que en un mundo económicamente cada vez más multipolar, las grandes multinacionales estadounidenses del petróleo comparten el escenario principal con otros gigantes.
Dicha indagación anota entonces que la petrolera estatal de Arabia Saudita, Saudi Aramco, es la que tiene mayor capacidad de producción de hidrocarburos en el mundo.
Según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el monopolio árabe producía en marzo de este año cerca de 10 millones de barriles diarios.
El segundo lugar en producción es para la rusa Gazprom, con 8,38 millones de barriles diarios en 2016, según la revista Forbes, y el tercero para la compañía nacional petrolera iraní (National Iranian Oil).
En dicha relación señalan que la Exxon-Mobil, mayor petrolera estadounidense, apenas llega al cuarto puesto, mientras la mexicana Pemex, la única latinoamericana entre las primeras 10, está en el octavo lugar con 3,6 millones de barriles diarios.
Especifican que la gigante saudita Aramco no cotiza en ninguna bolsa de valores. Su propiedad es enteramente estatal, por lo que no aparece en listas que clasifican a las grandes petroleras por su valor en el mercado bursátil, precisamente donde Exxon/Mobil es la más valiosa del mundo, de acuerdo con algunos estimados.
A juicio de expertos, tales estructuras podrían cambiar el año entrante, pues Arabia Saudita planea vender en 2018 un monto de alrededor del cinco por ciento de las acciones de Aramco en las bolsas.
Según Simon Jack, editor de negocios de la BBC, algunos estimados calculan el valor de la empresa en dos billones (un millón de millones) de dólares.
Si la privatización parcial de Aramco confirma ese precio, convertiría la petrolera saudita en la empresa más valiosa del mundo, con un valor cuatro veces mayor que el de su rival más próximo, Apple, la firma de electrónica estadounidense.
Especialistas consideran necesario esperar hasta 2018 para verificar si el mercado le otorga a Aramco la enorme valoración de la empresa.
Precisamente en declaraciones a la BBC en 2016, el gerente de Aramco, Amin Nasser, reconoció que existen nuevas fuentes de energía tradicional y alternativa surgiendo como competencia para su negocio, pero insistió en que el petróleo jugará un papel relevante por mucho tiempo aún.